El transporte en Miraflores de los Ángeles
Cooperativa de Transporte
En la década de los 60, Málaga experimenta un gran
crecimiento de población, que la entonces Sociedad Malagueña de Transporte del
Ayuntamiento, no podía cubrir en su totalidad. De las 37 líneas existentes, 17
eran municipales y 20 de concesionarios privados. Uno de los aciertos de los
cooperativistas de Miraflores de los Ángeles fue la creación de una Cooperativa
de Transporte, presidida por José Cabello Pérez, con el objetivo de crear una
línea propia de autobús que uniera a la barriada con el centro, facilitando así
el desplazamiento de sus pobladores a sus lugares de trabajo y a la única zona
comercial existente entonces en Málaga, radicada en el casco histórico de la
ciudad.
La Cooperativa de Miraflores fue aprobada por Orden del
Ministerio de Trabajo de 30 de octubre de 1968, obteniendo la concesión
administrativa del Ayuntamiento de Málaga el 18 de diciembre del mismo año,
constituyendo una iniciativa pionera en el ámbito nacional.
Para adquirir la explotación de la línea la Cooperativa
consiguió un crédito de 5.000.000 de pesetas a amortizar en siete años, además
de abonar al antiguo concesionario de la línea, José Cristiá, tres pagos por un
importe total de 9.400.000 pesetas. Todos estos gastos se afrontaron en tiempo
y forma, y además empezaron a recibirse algunos beneficios, alcanzando la
cantidad de 3.960.000 pesetas, los correspondientes a los años 1969 y 1970.
Estaba previsto también que, una vez amortizadas todas las deudas, los
beneficios se repartieran en un 15 % para fondo de reserva, otro tanto para
fines sociales y el 70 % restante para lo que dictaminara la Junta General ,
entre cuyos conceptos podía figurar el reparto entre los socios.
Con motivo de la bendición del segundo autobús, se realizó
un viaje por las autoridades locales, con el alcalde Antonio Gutiérrez Mata y
los concejales Manuel Atencia García, Enrique Galbeño Ribas y Antonio Sánchez
Bravo. A estas primeras unidades pronto se unieron nuevos vehículos Pegaso e
incluso se creó una nueva línea más directa al barrio que discurría por el
Arroyo de los Ángeles, manteniéndose la inicial que pasaba por el Camino de
Suárez. El comienzo de ambas líneas estaba situado entonces en Arriola.
Durante la década de los 80, la Empresa Malagueña de
Transportes comienza el rescate de las líneas privadas, desapareciendo todas
las concesiones incluida la de Miraflores, cuyas antiguas líneas serán las
correspondientes a la 6 y 7 actuales.
La Educación en Miraflores de los Ángeles
El Patronato "Cardenal Herrera
Oria" . La Enseñanza Primaria
La Cooperativa de Miraflores de los Ángeles creó el Patronato Cardenal Herrera Oria, dependiente económicamente de la Caja de Crédito del Sur, para la gestión de los centros educativos de la Barriada. Dicha institución fue aprobada por el Ministerio de Educación y Ciencia el 18 de marzo de 1968. Ese mismo año se inauguró el Colegio Miraflores de los Ángeles (hoy C.E.I.P. Miraflores), que con una plantilla de 23 maestros vino a atender a 1.000 alumnos, siendo el primer director del grupo escolar don José Sánchez Blanco. Con la inauguración de la segunda y tercera fase de la barriada, era necesario aumentar el número de plazas escolares, siendo aprobada por el Ministerio de Educación una ampliación de 2.000 nuevos puestos, en el año 1970
En un principio se
realizó, en 1972, un desdoble del Colegio Miraflores en el nuevo edificio
escolar de la Avenida de Nuestra Señora de los Clarines, sección que pasó a ser
autónoma en el curso 1973/74 como Colegio Gibraljaire.A la finalización del
curso 1976/77, la Caja de Crédito del Sur es intervenida por el Banco de España
por problemas económicos, siendo enajenado su Patrimonio y por consiguiente los
Colegios.
En esta disyuntiva, el Colegio Miraflores fue
transferido al Estado transformándose en colegio público, y el Gibraljaire se
constituyó en octubre de 1977 en una cooperativa de profesores, que ofertó a la
intervención Banco, la compra del colegio, integrándose finalmente en la
enseñanza concertada. Con la desaparición de la E.G .B., el Colegio Gibraljaire
implantó también la Educación Secundaria Obligatoria
La Formación Profesional. La Educación Secundaria
El antecedente de la Formación Profesional en la Barriada, fue el
Centro Maynagua, creado en la entreplanta del bloque 10, que comenzó
impartiendo cursos del antiguo PPO de Electricidad y Frío Industrial, siendo su
director el Ingeniero Aeronáutico, Vicente Mari. Actualmente, el barrio dispone
del Instituto de Educación Secundaria Jardines de Puerta Oscura, anejo al
Colegio Gibraljaire, donde además de impartirse Educación Secundaria
Obligatoria y Bachillerato, dispone de módulos de formación profesional en
Administración
Otro centro de Educación Secundaria y Bachillerato es el I.E.S.
Miraflores construido junto al Arroyo de los Ángeles, donde inicialmente se
ubicaba un psiquiátrico que fue demolido en 1983, y del cual queda únicamente
la caseta de los conserjes localizada donde ahora está el gimnasio. Los vecinos
del barrio una vez derrumbado el psiquiátrico, entraban a la finca para
pasear con sus perros, caballos… e incluso algunos ponían trampas para los
pájaros y jugaban allí, debido a que en esos momentos se trataba de un
campo público.
La
Educación Permanente de Adultos
Con el cambio de legislación, el centro
pasa a ser una Sección del Centro de Educación Permanente de Portada Alta, al
igual que los otros centros de las barriadas circundantes, y su programa
educativo se reparte entre Formación Básica, aprendizaje de las Nuevas
Tecnologías de la Información y la Comunicación, Patrimonio Cultural de
Andalucía, y Preparación para la Prueba Libre de Graduado en E.S.O.
El Centro de
Educación Permanente de Adultos de Miraflores de los Ángeles fue creado en el
curso 1988-89, abriendo sus puertas en el mes de enero de 1989. Con la anterior
legislación educativa, en el centro se impartía especialmente el antiguo
Graduado Escolar y clases de Alfabetización y Formación Básica. Gracias a ello
fueron muchas las personas que habían salido del sistema educativo y
consiguieron adquirir la titulación básica que entonces se exigía para la
mayoría de los puestos de trabajo.
Miraflores de los
Ángeles se convierte en los años 70 en uno de los barrios más populosos de la
ciudad, con 38.000 vecinos. Sin embargo ese enorme crecimiento demográfico no
fue acompañado de las necesarias infraestructuras sanitarias, para atender a
semejante población. La administración sanitaria alquiló los bajos de
un edificio de 12 plantas de la calle Arturo Reyes, en el local que había
pertenecido al supermercado Ecofan. Las condiciones de aquella precaria
instalación eran realmente tercermundistas, tanto para el personal sanitario,
como para los usuarios. A la masificación producida por la pequeñez del local,
se unían las malas condiciones del saneamiento del edificio, que provocaban
continuas roturas de tuberías y desagües, que inundaban de aguas fecales
consultas y salas de espera. A ello se unían circunstancias realmente
incomprensibles como la carencia de licencia de apertura y de las más mínimas
medidas de seguridad, como la existencia de una salida de emergencias.
La situación, que
se mantuvo así durante décadas, era ya insostenible en el 2000. Los planes
iniciales de la Consejería de Sanidad de la Junta de Andalucía, pasaban por el
proyecto de construcción de un nuevo centro de Salud denominado La
Roca-Miraflores, que atendería también a los vecinos de aquella barriada. Pero
ante el estado crítico que presentaba el ambulatorio de Arturo Reyes se pensó
en alquilar provisionalmente otro local, mientras se construía el centro de
salud de Carlinda-Granja de Suárez, previsto para el 2003, a donde pasarían a
ser atendidos los vecinos de Miraflores, hasta la construcción de su propio
centro. Pero este proyecto contemplaba reunir a los vecinos de Miraflores,
junto a los de La Roca y Martiricos en un solo centro, que se ubicaría en una
parcela de la calle Máximo Gorki. Ésto provocó una gran reivindicación vecinal,
con manifestación incluida, por un centro exclusivo para la barriada que, a
finales de 2000, fue recogida por el Ayuntamiento de Málaga, que cedió una
parcela muy céntrica (calle Juan Antonio Tercero), para la edificación del
mismo.
Sin embargo,
seguía patente la inoperancia manifiesta de las autoridades sanitarias en dar
solución al grave problema. En septiembre de 2000, la Inspección de Trabajo
levanto un informe demoledor sobre las pésimas condiciones del ambulatorio, en
el que se señalaban graves deficiencias en la ventilación y el aire
acondicionado, inexistencia de señalización e iluminación de emergencias,
registros y arquetas que rebosaban por atascos, produciendo malos olores,
inexistencia de salida de emergencias (aspecto al que se unía que la única
puerta de entrada y salida abría hacia adentro), además de abundancia de ratas
e insectos. Trabajo concedía al SAS un plazo de dos meses para elaborar un plan
que subsanara todas las deficiencias o buscar otro local en mejores
condiciones.
Pero una cosa era la eficiente actuación de aquel funcionario de Trabajo, y otra que la gestión política hiciera caso de sus advertencias, y tan solo tres meses después, el viernes 12 de enero de 2001, a las 8,15 de la mañana, la acumulación de una gran bolsa de agua provocó el derrumbe de parte del falso techo del ambulatorio. Afortunadamente, con más de 60 personas en su interior, sólo hubo daños materiales. La más que justificada indignación vecinal se manifestó públicamente el sábado 27 de enero, con el corte de la Ronda Oeste de la capital tras la celebración de una asamblea. El ambulatorio cerró pocos días después, y los vecinos pasaron a ser atendidos provisionalmente en el centro sanitario de calle Sevilla. Tras diversos retrasos tanto en la cesión del suelo, como en el inicio de las obras, lo que iban a ser módulos prefabricados con carácter provisional, para acelerar el proceso, se convirtieron sorprendentemente en el edificio definitivo del actual Centro de Salud, que finalmente pudo abrirse a mediados de 2002
El comercio en Miraflores de los Ángeles
Los numerosos
bajos de los bloques de Miraflores, empezaron pronto a explotarse como locales
comerciales de todo tipo. Pequeñas tiendas de alimentación, restauración,
academias de enseñanza y negocios de todas clases, vinieron a conformar un
dinámico sector comercial, lamentablemente hoy en franca decadencia.
Aunque uno de los
establecimientos más significativos se encontraba en una gran parcela de
terreno, hoy ocupada por un supermercado, el Centro de Salud, y un aparcamiento
público: las instalaciones de la Autoescuela Gallardo, donde los aspirantes a
conductores aprendían a sortear las dificultades del antiguo examen de “pista”.
A lo largo del
tiempo han ido desapareciendo bares muy populares como El Refugio, El Liébana, o Pepe el Loco, y también la castiza La Campana, con la extinción de las tabernas
de Pérez Texeira. No obstante, y con bastante brío, se mantiene el decano de
los negocios de restauración de Miraflores: La Candelaria, establecimiento familiar que
continúa abierto desde hace más de 40 años, al que se suman otros bares muy
populares hoy día, como la marisquería La Mar, El Moro, ó El
Cicuta.
En este barrio
populoso y trabajador, se establecieron también negocios de cadenas comerciales
con mucha implantación en la ciudad, que con los vaivenes de la economía,
terminaron cerrando tras muchos años de actividad comercial, como la
zapatería Los Guerrilleros ó Bazar San Juan.
Aunque subsisten
algunos pequeños comercios y talleres, han sido numerosos los que por diversos
motivos (esencialmente la baja rentabilidad por la crisis económica o
simplemente por la jubilación de sus propietarios), han ido cerrando a lo largo
del tiempo.
La aparición de
numerosos bazares popularmente llamados "chinos", han dado al traste
en Miraflores, como en el resto del país, con droguerías, ferreterías,
papelerías y tiendas de confección. Entre ellas destacaron droguería Patricio y las tiendas de
confecciones Mavi, Chelo y Vicma
.
Venciendo a todas estas dificultades se ha mantenido hasta hace
muy poco la papelería Juanita, y la droguería Mari, la cual hace apenas unos días
que ha cerrado sus puertas.
Todavía hoy, abre cada día uno de los negocios existentes casi desde la edificación de la barriada: Leotte, dedicado desde 1970, al arreglo de zapatos. La imposibilidad de competir ante la aparición de varias cadenas de supermercados, finiquitó a la mayoría de las pequeñas tiendas de comestibles del barrio, aunque algunas panaderías, fruterías, carnicerías y pescaderías han logrado mantenerse gracias a la calidad de sus productos y la fidelidad de su clientela.
El tiempo libre
El
Ocio y el tiempo libre
Los vecinos de la barriada de Miraflores no cuentan
con grandes zonas verdes o de esparcimiento para disfrutar del tiempo libre. La
barriada se construyó siguiendo unos cánones urbanísticos agresivos que
explotaban al máximo la superficie construida, que además recibió un exiguo
planeamiento con mínimas explanaciones y movimientos de tierra. Todo ello quedó
reflejado en un complicado viario y una separación mínima entre bloques.
No obstante, se abren algunas plazas que
constituyen sus principales espacios públicos, especialmente la Plaza de
Miraflores y la de Monseñor Bocanegra. Tampoco la práctica deportiva cuenta con
instalaciones suficientes, reducidas a las que poseen los centros educativos, y
el campo de futbol.
LA BANDA DE MÚSICA DE LOS COLEGIOS
MIRAFLORES-GIBRALJAIRE
Afortunadamente, en 1975, Claudio Gallardo,
gerente de la Caja de Crédito del Sur tuvo la idea de crear una banda de
música, contando con la ayuda del maestro Perfecto Artola Prats. En la
formación, dirigida desde un principio por José María Puyana y Manuel Aragú,
los niños y jóvenes de Miraflores encontraron desde entonces un lugar donde
emplear su tiempo libre de una forma educativa, constituyéndose en la primera
banda juvenil de música de Málaga.
Partiendo de un número de 40 integrantes, seleccionados entre 200
alumnos de los colegios Miraflores y Gibraljaire, la banda inició una
fructífera andadura, constituyéndose en un auténtico conservatorio en el
barrio. En cada bloque es frecuente escuchar las escalas y ejercicios de los
pequeños y jóvenes músicos, siendo hoy más de cien sus integrantes que han
convertido la música en su profesión, bien como docentes, o formando parte de
bandas y orquestas. La
de Miraflores, hoy formada por más de 100 componentes, es la decana de las 11
bandas juveniles existentes en Málaga, siendo galardonada con la Medalla de Oro
de la Provincia de Málaga en el año 2010
LOS SCOUTS
También posee Miraflores
un grupo de Scouts, el 44 Al-Andalus, que actualmente ocupa unos locales en los
bajos del Colegio Miraflores. Este grupo, que ha peregrinado por diferentes
ubicaciones en la ciudad, parece asentado definitivamente en la barriada, a
donde se trasladó hace más de 30 años. Gracias a la educación escultista,
muchos niños y jóvenes de Miraflores han profundizado en valores como la
solidaridad, el compañerismo, la ecología y la defensa del medio ambiente, por
medio del contacto directo con la naturaleza, siendo el grupo scout un
complemento perfecto a la educación escolar y familiar
LAS PEÑAS Y LA ASOCIACIÓN DE VECINOS
Las
Peñas fueron los primeros movimientos asociativos en nuestra ciudad, fundadas
con fines esencialmente recreativos y también culturales. En sus salones
sociales conviven grupos de vecinos, que organizan viajes, celebraciones
festivas y todo tipo de actos culturales. Sin embargo, el movimiento peñista
parece hoy en cierto declive. Las nuevas formas de diversión de la juventud, y
la extensa oferta actual de ocio, han traído consigo la ausencia de una renovación
generacional de sus integrantes y la consiguiente disminución de socios.
Sus
valores como elementos vertebradores de una comunidad, o en el mantenimiento de
las costumbres y las tradiciones, son elementos más que suficientes para
justificar su continuidad, y en ese empeño siguen esforzándose en el barrio la
Peña los Ángeles, la Peña los Rosales o la Peña El Verdón, dedicada a los
aficionados al Silvestrismo.
También,
y aunque no son éstos sus fines principales, la Asociación de Vecinos, que está
ubicada en un remozado y bien equipado local municipal en la Avenida de
Miraflores, viene organizando numerosas actividades para socios y vecinos en
general, como excursiones, cursos de idiomas, gimnasia para mayores, guitarra,
etc.
Sus valores como elementos vertebradores de una comunidad, o en el mantenimiento de las costumbres y las tradiciones, son elementos más que suficientes para justificar su continuidad, y en ese empeño siguen esforzándose en el barrio la Peña los Ángeles, la Peña los Rosales o la Peña El Verdón, dedicada a los aficionados al Silvestrismo.
También, y aunque no son éstos sus fines principales, la Asociación de Vecinos, que está ubicada en un remozado y bien equipado local municipal en la Avenida de Miraflores, viene organizando numerosas actividades para socios y vecinos en general, como excursiones, cursos de idiomas, gimnasia para mayores, guitarra, etc.
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